Todos conocerán el postre por excelencia de la gastronomía italiana, el tiramisú, pero probablemente no conozcan uno de los elementos principales para la elaboración de este postre, el queso Mascarpone.
Este queso italiano es originario de la zona de Lombardía y su nombre proviene del dialecto lombardo, donde “mascherpa” significa crema.
En sus orígenes se elaboraba con leche de búfala, pero actualmente es más común encontrarlo de leche de vaca. Del mismo modo, antiguamente sólo se producía en inverno debido a que se trata de un producto muy perecedero, mientras que ahora se puede encontrar todo el año.
En su producción se utiliza la crema de leche, nata y ácido cítrico. La mayoría de quesos italianos se elaboran añadiendo el cuajo de la leche, para que se produzca así la coagulación. En el caso del mascarpone, se produce la coagulación de la crema de ácido, a través de la adición del ácido cítrico.
El producto final es un queso fresco, de pasta blanda, cremoso y con un sabor entre dulce y ácido.
No se recomienda consumirlo a menudo, ya que tiene un alto componente calórico y número bastante elevado en grasas. No obstante, es un producto versátil que podemos utilizar no sólo en la elaboración del tiramisú, sino también en una gran cantidad de platos dulces y salados, como por ejemplo el risotto.
Aquí dejo algunas recetas en las que se utiliza el mascarpone